La creación de nuevos servicios o productos y la evolución de los ya existentes, ha originado cambios significativos en el ejercicio de la actividad comercial de nuestro país.
La competencia entre las distintas empresas por ofrecer un producto de calidad o un servicio mucho más eficiente, va más allá de los aspectos comerciales o las características propias de lo ofertado.
En la actualidad, cada vez más son los usuarios que, además de la calidad del producto, buscan confiabilidad y certeza por parte de quien lo ofrece.
A lo anterior, se suman las actividades de control que despliega el Estado sobre el sector comercial y empresarial, en materia laboral, fiscal, tributaria entre otras.
Por esta razón, no es suficiente la constitución de una empresa conforme a lo establecido en la ley, para cumplir con las obligaciones que ello implica, por el contrario, a partir de ese momento surgen una serie de obligaciones y deberes formales que debe cumplir toda sociedad mercantil que sea objeto del ordenamiento jurídico.
El cumplimiento normativo o compliance y la necesidad de establecer procesos que detecten riesgos legales en las empresas
El escenario descrito ha creado para todas las empresas sean pequeñas, medianas o grandes, la necesidad de establecer procesos que les permitan una revisión continua de sus actividades internas y externas (al relacionarse con clientes, proveedores o aliados).
Y estos procesos tienen como fin, evitar que como producto del desconocimiento o del gran volumen de normas y regulaciones vigentes por observar, se incurra en ilegalidades o delitos que generen la aplicación de sanciones o penas.
Es así como surge en el mundo corporativo la figura del cumplimiento normativo o compliance, entendido como un sistema corporativo de controles internos destinados a mitigar riesgos, en materia legal y regulatoria,
En principio fue desarrollado para abordar problemas de naturaleza penal ocasionados por actos ilícitos y cuestionables éticamente, cometidos por parte de la empresa, sus directivos o trabajadores, pero ha evolucionado actualmente en una herramienta indispensable para el manejo legal de una empresa en todas sus ramas, sea mercantil, administrativo o tributario.
Formas de ejecución del Cumplimiento Normativo
La implementación del cumplimiento normativo, en cualquier tipo de empresa u organización, se desarrolla a través de:
- La creación y establecimiento de Programas de Cumplimiento.
- La ejecución de Sistemas de gestión.
En ambos casos, el cumplimiento normativo, tal como lo indica su nombre, está compuesto por un gran número de normas que cumplir y que evolucionan rápidamente en el tiempo. Esto se traduce en 2 tipos de obligaciones para las empresas:
- Las exigidas por la ley y de obligatorio cumplimiento (externas), que se encuentran compuestas por el ordenamiento jurídico aplicable a la actividad económica de la empresa y las sentencias o actos administrativos producto de procesos o procedimientos a los que se vea sometida.
- Las normas asumidas voluntariamente por la empresa (internas), generalmente de carácter interno en las que se encuentran los códigos de buenas prácticas, código de ética y conducta, políticas internas, entre otros.
El compliance, vela por el cumplimiento de ambos tipos de obligaciones (externas e internas), con el fin de detectar, prevenir y mitigar cualquier daño a la empresa relacionado al ámbito legal y operativo.
Igualmente procura lograr una cultura corporativa sana, que requiere la participación y compromiso de todos los involucrados, desde los directivos hasta los empleados, solo eso garantizará el éxito de un Programa de Cumplimiento y su ejecución.
ASLEG Abogados te ofrece la asesoría adecuada para identificar si el Cumplimiento Normativo es el sistema de control indicado para tu empresa y en caso de haberlo implementado, si está siendo ejecutado de la manera deseada.
Por AslegAbogados
Abog. Elea Mayela Valenzuela Coronado.