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Desempeño laboral en mujeres que sufren Síndrome del Impostor

En la sociedad actual, en cualquier área laboral el concepto de éxito cada día se magnifica más, lo cual puede provocar en las personas pensamientos totalmente infundados, de que no son lo suficientemente buenos en el trabajo en el que se estén desempeñando.

En el caso de las mujeres esta sensación se puede manifestar de manera más acentuada, ya que éstas generalmente tienen que enfrentarse a una mayor presión laboral que puede afectar la seguridad en sí mismas.

Según una encuesta realizada por KPMG (Red global de firmas de servicios profesionales) que ofrece servicios de auditoría y asesoramiento de negocios, tres de cada cuatro ejecutivas confiesan haber experimentado síndrome del impostor en algún momento de sus carreras.

¿Y qué es el síndrome del impostor?

El  síndrome del impostor es un trastorno psicológico, en el que la persona se siente incapaz de darle a sus logros el valor que merecen.

Además la persona considera que dichos logros simplemente son la consecuencia del azar, de un golpe de suerte y no el fruto de su esfuerzo, viviendo con el temor de que en cualquier momento su entorno podrá descubrirlo.

Este síndrome fue estudiado inicialmente por las psicólogas clínicas  Pauline Clance y Suzanne Imes en el año de 1978, quienes publicaron un artículo sobre éste llamado «The imposter phenomenon in high achieving women: Dynamics and therapeutic intervention».

Este artículo fue el resultado de una investigación, donde se analizó a un grupo de mujeres con grandes logros, constatándose que la gran mayoría desconfiaba de sus propias capacidades, pensaban que su éxito era producto de un fraude y que todo eso se descubriría en cualquier momento.

¿Por qué es más frecuente el síndrome del impostor en las mujeres que en los hombres dentro del ámbito laboral?

Es poco común encontrar a un hombre que dude de su capacidad para desempeñarse en un determinado puesto de trabajo, pero es frecuente escuchar mujeres en esa misma situación que manifiestan no estar  seguras si podrán hacerlo bien, ya que generalmente tienen que enfrentarse a una mayor presión laboral que puede afectar la seguridad en sí mismas.

En los casos donde las mujeres ocupan puestos directivos donde prevalece el personal masculino, existe un mayor riesgo de sentirse fuera de lugar y de dudar de sus propias capacidades, a pesar de sus estudios y de la alta capacidad que puedan tener para desempeñarse en dicho puesto, generalmente estas mujeres terminan agotadas al realizar un sobresfuerzo laboral que conlleva un constante chequeo de sus actividades

En un estudio realizado por el psicólogo Deaux “Sex and the Attribution Process”, este señala que la razón de que este síndrome en general, se muestre con más frecuencia en mujeres que en hombres, es debido al concepto diferente que hombres y mujeres tienen sobre el éxito y el fracaso.

Según él,  las mujeres internalizan el éxito en base al esfuerzo o la suerte, pero pocas veces como consecuencia de una habilidad innata. Sin embargo, cuando fracasan lo atribuyen a la falta de capacidad suficiente.

Mientras que los hombres cuando triunfan lo consideran que es como consecuencia de sus propias habilidades y es poco común que atribuyan sus éxitos a un golpe de suerte. Sin embargo, cuando fracasan si pueden atribuirlo a causas puntuales, como seria por ejemplo la mala suerte y no su falta de capacidad.

En relación a la prevalencia del síndrome del impostor en las mujeres dentro del ámbito laboral, el psicólogo Javier Álvarez ha señalado que: “En muchos casos, la sensación de tener que demostrar más valía y profesionalidad conlleva un estrés laboral y una sensación de que “nunca es suficiente”

Hay expertos que consideran que este trastorno afecta más a las mujeres que los hombres por “ la inequidad que, aún en la actualidad, enfrentamos en el mundo laboral” (Cecilia Mansilla, experta en liderazgo y desarrollo personal de Udemy)

Lo cierto es que al igual que sucede con cualquier aspecto relacionado con la igualdad de género, el hecho de que este trastorno se presente con mayor frecuencia en las mujeres, generalmente se debe a razones de índole educacional, cultural, a creencias adquiridas y sobre todo a la necesidad que siente la mujer de hacer un mayor esfuerzo por demostrar el verdadero valor de lo que hace en el ámbito laboral.

“Los estereotipos de género interiorizados desde la niñez tienen mucho que ver al respecto. Tradicionalmente se ha enseñado a los niños a que sean fuertes y competitivos, mientras que las niñas debían mantener un perfil bajo, ser cuidadosas y sutiles y apoyar al hombre en sus éxitos profesionales” Por lo tanto el desarrollo cognitivo y emocional de las niñas va a depender de un entorno y relaciones parentales que pudieran reforzar estabilidad, adecuada autoestima y un autoconcepto basado en sus capacidades

¿En qué ámbito laboral se da con más frecuencia el síndrome del impostor?

En reciente publicación en el diario El País,  Nacho Menéndez señala que este síndrome se puede dar en cualquiera de los ámbitos laborales,  donde se desempeñe una mujer, sin embargo se da con mayor frecuencia en “aquellos puestos de responsabilidad y dirección, principalmente de empresas tecnológicas, donde las mujeres están subvaloradas , en contextos de emprendimiento y entornos académicos”.

Podríamos decir que en general este síndrome se manifestará con mayor frecuencia en aquellos cargos de alto nivel o en áreas donde  tradicionalmente prevalecía el personal masculino.

¿Cómo reconocer el síndrome del impostor?

Es necesario comenzar por identificar la característica del pensamiento que lo genera, el pensamiento se vuelve recurrente, intrusivo, inclinándose a un contenido descalificador de sí misma, observándose de esta forma:

  • Dudar de sí misma.
  • No ser capaz de evaluar de manera realista las propias habilidades y competencias.
  • Atribuir el éxito a factores externos, como la suerte
  • Tener miedo de no ser lo suficientemente buena.
  • Sabotear el propio éxito inconscientemente.

¿Como prevenir el síndrome del impostor?

La psicoeducación juega un papel importante en estos casos, insistir en que los padres deberían prepararse para criar a sus hijos en un ambiente más sano y equilibrado, promover la transformación de algunas tradiciones familiares que se convirtieron en una forma rígida del modelo familiar, entre los factores que pueden causar este sentimiento de insuficiencia y de duda crónica, se puede observar:

No destacar en familias de grandes logros o donde los logros son muy valorados: en un entorno familiar muy competitivo donde los logros son lo más importante o donde los progenitores han alcanzado grandes metas, la presión por no estar a la altura puede ser tan grande que comience a generar dudas sobre uno mismo. Si, además, en lugar de recibir elogios por los logros conseguidos, el entorno critica severamente lo no logrado, en esta etapa de la infancia se irá formado la base donde se pueda desarrollar el síndrome

Toda prevención debe comenzar por la revisión del entorno o las creencias familiares donde se desenvolverá el niño, del tipo de educación, de los mensajes enviados a los niños, además de los modelos que copian durante su crecimiento. Familias altamente exigentes y críticas pueden generar efectos contrarios a lo que pretenden (generalmente el concepto arraigado de exigir y comparar para motivar o que simplemente lo hacen por el bien del niño o niña).

¿Cómo superar el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor no es fácil de reconocer porque en primer lugar quien lo padece está sufriendo , pero su mismo sistema de creencias lo hace cerrarse y no buscar ayuda , porque es una manera de mostrar fragilidad, es importante reconocer que este síndrome en la actualidad es que se está haciendo notar para que las personas puedan buscar ayuda e identificar qué les esta ocurriendo , se sugiere seguir ciertos pasos , lo primero es IDENTIFICARLO y continuar con :

  1. Compartir lo que se siente (genera un efecto liberador)
  2. Revisar evidencias (realmente que esta ocurriendo en la dinámica laboral)
  3. Replantear tus pensamientos (los pensamientos descalificadores , generan temor y por lo tanto las acciones se verán limitadas , ya que los conocimientos técnicos en el ejercicio del cargo se pueden bloquear , el estrés y la ansiedad generan disminución de la efectividad y productividad laboral, por eso hay que identificar realmente el origen para poder diagnosticar )
  4. Buscar ayuda (un mentor o apoyo en el trabajo, o un profesional especializado psicólogo o psiquiatra)
  5. Reforzar la creación de equipos de trabajo donde prevalezca el apoyo colectivo
  6. Abrirse a la experiencia del crecimiento interno.

 

Por Asleg Abogados, Lic. Scarlet Celis

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